Macro

Rodrigo Vergara, investigador senior del CEP: “Estamos en un momento en que es necesario que la política monetaria empiece a soltar amarras”

El expresidente del Banco Central enfatiza la necesidad de pensar en el crecimiento económico de largo plazo del país. Sobre el corto plazo, no ve buenas señales en materia de actividad. No prevé un repunte.

Por: C. Vergara y R. Lucero | Publicado: Domingo 2 de julio de 2023 a las 20:30 hrs.
  • T+
  • T-
Foto: Verónica Ortíz
Foto: Verónica Ortíz

Compartir

No hay dobleces en el mensaje del expresidente del Banco Central Rodrigo Vergara. Está preocupado, y así lo hacer ver, por el crecimiento de largo plazo del país. En esta dimensión se juega el mayor bienestar de los chilenos, lo que -por ahora, advierte- no pareciera tener eco en la agenda pública.

El corto plazo tampoco le parece halagüeño. “Que lo peor de la actividad ha pasado, no lo veo claro todavía. La economía lleva un año y medio estancada. Es cierto, como lo dijo el ministro Marcel, que se esperaba una caída mayor, pero también se esperaba que empezara a repuntar y eso no ha sucedido”, expone el hoy investigador senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) al analizar el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio presentado por el consejo del Banco Central.

“Que lo peor de la actividad ha pasado, no lo veo claro todavía. La economía lleva un año y medio estancada. Es cierto, como lo dijo el ministro Marcel, que se esperaba una caída mayor, pero también se esperaba que empezara a repuntar y eso no ha sucedido”.

“La creación de empleo está débil. Y esa es una diferencia con lo que vemos en otras partes del mundo”.

- ¿El estancamiento que menciona es sinónimo de sobreajuste?

- No necesariamente. Recordemos que la economía en Chile voló el año 2021, creció cerca de 12%, con un gasto que creció 20%, o sea, cifras totalmente fuera de rango. Teníamos inflación alta, déficit fiscal alto, déficit en cuenta corriente alto y todo eso se ha ido ajustando bien. La economía chilena necesitaba un ajuste, de eso no hay ninguna duda. El Banco Central ha hecho un buen trabajo y el Fisco aportó también con su propio ajuste.

- ¿Qué sería un sobreajuste?

- Que la economía estuviera por debajo de su potencial por un tiempo demasiado prolongado o más del necesario para bajar la inflación, lo que se reflejaría en una inflación menor a 3% por un tiempo también prolongado. No tenemos antecedentes todavía para hablar de eso, pero estamos en un momento en que es necesario que la política monetaria empiece a soltar amarras.

- Entonces, ¿no espera un repunte de la actividad en el segundo semestre?

- No. La economía está bien estancada y no creo que veamos nada muy especial durante la segunda parte del año. Probablemente, tendremos crecimientos muy parecidos a los ya observados, en torno al 0%; y en el año será quizás también en torno a esa cifra o marginalmente negativo.

No veo que haya sectores empujando por ahora la economía. Los servicios, que lo hacían, ya tuvieron su repunte desde la caída de la pandemia y están relativamente estancados.

No veo buenas señales en materia de actividad económica y, de hecho, eso se ve corroborado con un mercado laboral que está más débil.

- En marzo-mayo la tasa de desempleo subió a 8,5%, menor al 8,7% del trimestre previo. ¿Podríamos ver cifras de 10%?

- Podemos ver todavía un deterioro adicional del mercado laboral. Ya estamos con tasas de desempleo bastante más altas para los promedios vistos en Chile, en torno al 7%, estamos en 8,5%, o sea, no es menor la diferencia.

La creación de empleo está débil. Y esa es una diferencia con lo que vemos en otras partes del mundo, donde la actividad está algo más débil, pero el mercado laboral sigue estando súper apretado.

- Si ve la economía estancada, ¿en qué pie quedamos para 2024? ¿Comparte los números que tiene el Banco Central (1,25% a 2,25%)?

- Sí, por ahí podríamos andar. Pero lo que me preocupa no es tanto este año y el próximo, que obviamente son importantes. Lo que me preocupa hoy es el crecimiento a largo plazo. Si uno mira proyecciones de crecimiento a mediano plazo, estamos estancados. Crecer en torno al 2% o con suerte al 2,5% no nos permiten ir convergiendo hacia niveles de países más desarrollados. Uno de los problemas de este Gobierno es que no han tenido un plan de crecimiento, un plan procrecimiento, proinversión, proproductividad.

- Eso le ha criticado usted al ministro Marcel…

- Al ministro y al gobierno en general. Está bien tener prioridades tributarias, de pensiones, pero esperaría que tuvieran también una visión de mediano plazo de desarrollo del país. Si, al final, sabemos que lo más importante para todos es el crecimiento.

- En Nueva York el ministro Marcel dio luces de que la reforma tributaria que intenta revivir trae nuevos incentivos al crecimiento de la inversión. Eso sería una señal positiva.

- No conozco detalles. Pero sí veo que hay un cambio de discurso, de enfoque y donde ese tipo de tema, que hasta ahora había estado fuera en la mesa, empieza a entrar. Quizás tímidamente al principio. Eso es bueno, se valora, y ojalá que las nuevas iniciativas consideren una parte importante de esto. Pero yo soy un poco escéptico respecto a la posibilidad de llegar, por todo lo que ha pasado, a un acuerdo en materia tributaria.

- En un el óptimo, ¿cuánto deberíamos estar creciendo?

- Hace un tiempo hice un estudio que veía cuánto habían crecido los países de la OCDE una vez que llegaron al nivel de ingreso per cápita de Chile. Esos países crecieron un 3,3% promedio anual aproximadamente. Así, si tomamos esto como referencia, debiéramos estar creciendo en torno al 3,5% y para estar muy bien en torno al 4%.

Griffith-Jones y baja de tasas: “Preferiría que ese tipo de cosas se discutieran internamente”

Junto con ver un tipo rector en torno a 7% en diciembre, el economista estima que la inflación volverá a la meta de 3% a fines del primer semestre de 2024.

- ¿Qué tan optimista está sobre el descenso de la inflación?
- La inflación va cayendo en forma importante. Hay una serie de elementos que están ayudando: la demanda está muy caída y el estancamiento de la economía hace que la brecha del Producto se haya achicado mucho e, incluso, pueda ser negativa en el margen; el tipo de cambio se ha estabilizado, y la inflación en el mundo está bajando. En Estados Unidos llegó a 9% y hoy está en 4%; en Europa llegó en torno a 10% y ahora está en 6%. El precio de los commodities, como el petróleo, también está ayudando.
Y, en Chile, tras alcanzar un máximo de 14%, ya está en 8,7% y es posible que en septiembre esté en torno al 5%.
- ¿Y hacia fin de año?
- Yo coincido con las estimaciones que hace el Banco Central, que habla en torno al 4% a fines de este año y en torno al 3% el próximo. Por supuesto que nos puede sorprender algún hecho en particular, por ejemplo, estas recientes inundaciones pueden tener algún efecto, aunque se estima no muy significativo por ahora.
Entonces, estamos con una economía estancada y con una inflación bajando más rápido de lo que en algún momento se pensó.
- ¿Y podría volver a 3% antes de lo previsto por el banco?
- Podríamos estar en torno a 3% a fines del primer semestre del próximo año.
- ¿Y qué implica esto en términos de baja de tasas? La consejera del Banco Central, Stephany Griffith-Jones, le puso un piso de 50 puntos en julio.
- La tasa de política monetaria está en 11,25% y la expectativa de inflación a un año es menos de 4%, o sea, la tasa de interés real es más de 7%, que -para una economía estancada- es súper alta. Por ende, en estas circunstancias lo razonable es empezar con un ajuste de tasa. De alguna forma, el Banco Central lo anunció y en política monetaria muchas veces la comunicación es más importante que el hecho en sí, porque hace que baje toda la curva de tasas y eso ya se produjo o se empezó a producir. Después de ese anuncio inicial, lo que cabe en la próxima reunión es hacer una baja relativamente importante.
- ¿Más de 50 puntos?
- Podría ser en torno a 100 puntos.
- ¿Y después habría más bajas de 100 puntos?
- A fin de año la tasa podría estar en el rango del 7%.
- Como expresidente del Banco Central, ¿ve un riesgo en el hecho de que dos consejeros estuvieron por bajar la tasa en 50 puntos en junio?
- Hay que desdramatizar las discrepancias al interior del Consejo. Es cierto, a mí me tocó muy poca discrepancia, pero históricamente ha habido. Además, más allá de los 50 puntos, había una visión común de que esto partía luego; al final, esa es la señal más importante.
- ¿Y ver a una consejera como Stephany Griffith-Jones siendo tan explícita en un medio de prensa?
- Eso es curioso, es distinto. En general, ese tipo de discrepancias en Chile se tratan dentro del Banco Central. Ahora, en la discusión en Estados Unidos y sobre todo en Europa, unos dicen no hay que seguir subiendo, otro dice que hay que subir dos veces más, otros una (...) O sea, aquí no estamos hablando de una cosa que “no ha pasado nunca”, pero en Chile es una cosa especial. Yo preferiría que ese tipo de cosas se discutieran internamente.
- ¿Por qué? ¿cuál es el riesgo ahí?
- El riesgo es precisamente que se vea como un Banco Central que no está coordinado o al menos que hay una persona que se tiende a salir del juego en equipo. En Chile no tenemos la cultura de otras partes, donde hay harta discrepancia pública. Entonces, es mejor ser cuidadoso, sin encontrarlo dramático.

“Hoy para mi el riesgo no es tener una mala Constitución, sino que no se apruebe”

Vergara estima que es dificil zanjar el tema tributario, que dice “está en el corazón de las diferencias entre las distintas posiciones políticas”.

- Usted se ha declarado “no muy optimista” sobre la reforma tributaria. ¿Y eso cree que es más responsabilidad del Gobierno hoy o de los empresarios?
- Es más responsabilidad del Gobierno, porque presentó un proyecto tributario que era totalmente inaceptable para la oposición y no tiene mayoría parlamentaria (…) Además, la reforma estaba llena de impuestos que, si hablamos de crecimiento a largo plazo, lo único que hacen es deteriorarlo, que son básicamente impuestos al capital. Chile tiene una carga de impuesto al capital, al ingreso al capital, muy fuerte. Seguir cargándolo, era un error y no iba a tener el apoyo que necesitaba en el Congreso.
Después, ponerse a negociar con los empresarios públicamente, como saltándose al Congreso, no me parece.
- ¿Pero no sería bueno cerrar también el capítulo tributario de una vez?
- Tengo la siguiente opinión respecto a eso de cerrar capítulos. Es un buen momento para cerrar el tema constitucional y, de hecho, me preocupa lo que está pasando. Hoy para mí el riesgo no es tener una mala Constitución -el anteproyecto de la Comisión Experta es un buen anteproyecto-, puede requerir cambios, pero es muy distinto a lo que tuvimos en el proceso pasado-, sino que no se apruebe. Las encuestas muestran que por amplio margen no se aprobaría. Es bien interesante, no se aprobaría algo que no se conoce.
- ¿Qué pasa si no se cierra?
- En el corto plazo, poco, porque la gente está un poco saturada del tema constitucional. El mismo Presidente ha dicho que no impulsará un nuevo proceso, no hay tiempo. Pero, en el mediano plazo, este debate va a resurgir en algún momento. Es mejor cerrarlo ahora. Y lo mismo con el tema de pensiones, que ha estado mucho tiempo discutiéndose, ha habido varias propuestas de reforma.
- ¿Y no lo tributario?
- Es difícil decir que uno va a cerrar el tema tributario, porque este tema está en el corazón de las diferencias entre las distintas posiciones políticas.
Si miramos cualquier programa de gobierno, en casi cualquier parte del mundo, incluyen el tema tributario.
El argumento de cerrar capítulos me hace más sentido con pensiones que con impuestos.
- Ahora, este Gobierno supeditó la obtención de recursos para temas importantes, sala cuna, PGU, a una reforma tributaria.
- Cometió un error. El Gobierno tuvo una recaudación grande adicional extra el año pasado producto del litio y de otros factores, es probable que una parte de eso sea permanente. Antes de eso había supeditado su éxito a la aprobación de la Constitución y le fue mal. Ahora, supeditó a la reforma tributaria. No le está yendo bien. Hay que ser un poco más prudente en este tipo de cosas y no poner todos los huevos en una misma canasta.
- El Presidente Boric habló del cambio de prioridades en la cuenta pública.
- Lo ha ido asumiendo y es una buena cosa. Hay que valorar eso.

Lo más leído